DIARIO DE UNA ESCRITORA V




De vuelta




Debería llover, pero no lo hace. Comenzó el otoño como lo hace en mi próxima novela, con la tierra reseca esperando una lluvia que no cae, al menos, desde junio. Con los sentimientos a flor de piel y el alma y los pensamientos descarriados en una estación del metropolitano.  Con idas y venidas. Con llegadas y marchas. Con ese hola maravilloso, y un adiós que siempre rompe algo dentro de ti.
Es difícil saber estar y, aún lo es más, SER: ser fiel a todos los que amas sin dejar de ser tú mismo. Es difícil dejar de ser tú mismo sin que ello te aboque a desaparecer dentro de la masa  y, al final, ser pisoteado y destruido por ella.
Los escritores somos raros, muy raros, pero aún lo somos más las escritoras. He dejado la loza sin fregar, la compra a medio hacer, el libro de notas sin un solo espacio en blanco y varios archivos cuyos textos se marchitan esperando otra historia donde encajar. Deseché escenarios  que mis personajes no quisieron habitar. Autobuses que pasaron frente a mí y que no cogí. Caminé por estaciones de metro vacías. Apagué los noticiarios. Esquivé los atascos. Escuché  leyendas, credos, susurros y muchas, muchas historias de superación. Preparé desayunos, almuerzos, cenas y respondí algunos WhatsApp, mientras repasaba la trama, la cambiaba o ampliaba.  Mientras pelaba unas patatas o pasaba el aspirador, mi personaje principal se enamoraba o lloraba en el metropolitano, escuchando una canción en la estación de Cuatro Caminos de Madrid. Fui y vine en la historia varias veces porque mi personaje central es demasiado humano y, por lo tanto, difícil de llevarlo al papel.   
     Espero que, cuando esta nueva obra vea la luz, aún no sé en qué fecha será, eso ya es cosa de la  editorial, mis letras os abracen. Hacen falta abrazos en estos tiempos convulsos y deshumanizados que vivimos y a mí me gustaría regalaros uno hecho de palabras. Repleto de magia y sentimientos, de superación y empatía: de humanidad.   Deseo que la lectura os evada. Ya sabéis, el único fin que persigo con mis novelas es haceros sentir. Pero, en esta nueva historia, que es la primera parte de una trilogía, y de la que aún no puedo daros más datos, AÚN, no penséis encontrar personajes estereotipados porque ninguno lo es. En ella encontraréis solo personas. Y, ¡magia! Porque la magia existe. ¿Estáis preparados para creer?