El euro de la ministra y las chuches de Rajoy

Después de escuchar la declaración, aclaratoria, de la ministra de economía sobre la subida del IVA, hecha, se supone, para que "naide" se asuste, porque "no es pa tanto la cosa" una sigue pensando que piensan que somos tontos. Uy, me parezco a Magdalena Álvarez en sus mejores tiempos lingüísticos. Salgado dice que comprando una falda o una camisa, no estoy segura de la prenda que citó, eso sí, su valor era de 40 euritos, sólo pagaremos un euro más de IVITA. Todo un chollo, qué barato. Lo que no ha tenido en cuenta la señora ministra de economía, porque quizá no esté puesta en estos asuntos, su señoría lleva temas más importantes, menos mundanos en el bolso, es que al mes, los ciudadanos, los contribuyentes,compramos el pan, la leche, los manda huevos de Trillo, la carne y el pescado... y todo eso centimito a centimito, eurito a eurito es un buen piquito que se ha estimado en unos 100 euros mensuales más en la cesta de la compra. Manda huevos, señora Salgado, ¡¡manda huevos!! La mayoría, Señora Salgado, vemos de lejos esa falda o esa camisa de 40 euros, dios mediante 41. Y como no encontremos un guión al estilo pretty woman, me temo que lo llevamos crudo para enfundárnosla y no precisamente por comer las chuches de Rajoy.





¿Cómo definir la política económica? Busquemos un seudónimo, que se nos da muy bien

El sábado fue un sopapo con la cruda realidad, ésa que vemos todos los días en los telediarios, en la prensa escrita, en los debates televisivos o en los programas documentales que recorren las capitales, pueblos y aldeas de la península trayéndonos a casa historias que al ser vistas desde un sofá, escuchadas frente del volante de un coche o leídas junto a una cerveza, nos llegan pero se nos hacen lejanas. Es lo que tiene esto de la información ajena, que parece que nunca te va a tocar a ti.

Recorrí varias galerías, varios centros comerciales que albergan locales al uso, bares y calles. Pude vivir en primera persona el cierre casi masivo de negocios que antaño funcionaban bien y en los que sus dueños, pequeños empresarios, habían invertido ilusión, esfuerzo y años de trabajo. Pequeños empresarios que dieron de comer a muchas familias, pequeños empresarios que pagaban impuestos que a su vez hacían crecer las arcas del estado español, esas arcas de las que salió el superávit que teníamos tiempo atrás. Los locales, lejos de ser ocupados por otros emprendedores suicidas, exhibían un gran letrero: se vende, se traspasa, se alquila. Otros, aún estaban en proceso, en un coma irremediable y luchaban por salir de él liquidando a precio de saldo todo lo que les quedaba en el almacén y en tienda. Pero ni con la respiración asistida de las liquidaciones conseguían vender nada, porque los centros, las galerías, las pequeñas tiendas estaban vacías. Sí, no había ni dios. Ni tan siquiera gente mirando los escaparates.

En la puerta de uno de esos centros estaba un vecino. Un padre de familia, con dos hijos y mujer. La sombra de su hipoteca, del recibo de la luz, de la factura de los libros de texto… hondeaba sobre sus hombros. Se acercaba temeroso a algunos de los clientes que salían del centro comercial con la barra de pan en la mano. Pedía a sus vecinos lo que buenamente pudieran darle, mendigaba, y lo hacía en su pueblo, en su zona, donde todos le conocían desde siempre. Miraba la palma de la mano con nerviosismo, contando las escasas monedas que le iban dando, desesperado ante el resultado. Nervioso, peligrosamente nervioso. ¿Quién no lo estaría en su lugar? ¿Qué pensaría cualquiera de nosotros en su situación? ¿Qué seríamos capaces de hacer?

Seguiría con la cronología de hechos, de circunstancias que viví en una sola mañana, pero sería muy amplio, demasiado amplio y odioso.

Servidora no sabe de economía, no como los doctos en la materia, esos señores a los que confiamos más que nuestra cesta de la compra, toda nuestra vida, presente y futuro, incluso nuestra salud.

Como digo, una no sabe mucho de economía, pero sí el resultado que se produce al sumar dos más dos. (Aunque por lo que se va viendo, quizá el resultado de dicha suma dentro de poco sea 0) Hace poco tiempo se nos dijo que teníamos un superávit. ¡Qué cosas! Sabiendo la que se avecinaba, invertimos en cheques bebé, en deducciones por trabajo a cuenta ajena, en ayudas para alquileres… en un sinfín de cuestiones frente a las que no tengo nada que objetar, pero que se debían haber evitado, posponerlas para más tarde. Aunque claro, eso habría supuesto menos escaños. Entonces sobrevino la crisis financiera, una crisis que se sabía cercana ( lo sabía toda la peña menos nosotros, por eso, España, es diferente) y nos pillo en pelota picada. Sí mi memoria no falla, alguien dijo que España era uno de los países a los que menos afectaría la crisis. Y es que, señores, no nos engañemos, nosotros somos más listos, más guapos y más altos, además de tener un lenguaje plagado de sinónimos que dan a los políticos una oratoria estupenda, ininteligible pero eficaz. Le cambiamos el nombre varias veces, dependiendo del momento y todos tranquilos a ver el fútbol, más felices que las perdices, como en otros tiempos, sólo que con otras banderas.

Ahora, dicen que la única solución es seguir subiendo más los impuestos. Y esto desencadenará en lo mismo: el consumo bajará en picado, los pequeños empresarios continuarán cerrando negocios, el paro seguirá aumentando porque los grandes empresarios al ver que el consumo se reduce seguirán reduciendo plantilla… Todos los sectores: alimentación, vestido, productos de primer orden de consumo, de lujo, incluso el sector de las necesidades vitales, como las ópticas, los odontólogos, el gas, la electricidad… se verán afectados por la bajada del poder adquisitivo de los afortunados que aún siguen trabajando, porque a los parados no les llega ni para unas lentejas con carne y ellos han dejado de ser consumidores hace mucho tiempo, si no díganme ustede que se puede consumir con 400 euros al mes, que se lo pregunten a los jubilados, que de eso saben un poquito.¿ Qué pasará cuando se les termine esa prestación?

Imagino y creo poder asegurar que en este país el 99% de los parados cambiaría sus 400 euros de mierda por un puesto de trabajo mil eurista. Dejaría el pico y la pala del famoso “Plan Ñ” que también ha salido de las arcas del Estado y del que también se habría podido prescindir durante un tiempo, por tener un trabajo fijo en cualquier empresa.

Los puestos de trabajo crean ingresos, los ingresos crean consumo y el consumo genera ingresos para el estado en impuestos sin necesidad de subir más los que ya tenemos.

Yo me pregunto, desde mi ignorancia económica, ¿qué va a pasar si el paro, como se prevé sigue subiendo? ¿De dónde se va a sacar el nuevo déficit económico que se producirá si esto sigue así? ¿ Qué pasará cuando los miles de parados que cobran los cuatrocientos euros pierdan la prestación? ¿ De dónde o de quién va a seguir recaudando el Estado?

Ya les digo: 2+2: 4 ó lo que es lo mismo: trabajo = consumo. Consumo = ingresos. Ingresos = déficit 0. Creo que no es tan difícil entenderlo. ¿O sí?

Habría que irse planteando ejercer el derecho a voto en este país bajo una lente diferente a los estandartes políticos. Habría que hacerlo desde el punto de vista de los maestros de escuela: tú vales, tú no vales. Y si no vales te suspendo, seas quién seas, y digas lo que digas.

Y de la mano del punto y final, no quiero dejar de decirle al señor Rajoy que a los españoles no nos preocupa que suban las chuques, sino el no poder comprar ni una barra de pan o ver como un vecino de toda la vida no tiene para comer, ¡para comer, señor Rajoy! , porque les pagamos a todos ustedes, entre otras muchas cosas, para comer todos los días caliente. Les pagamos de nuestros impuestos, esos que les permiten a todos viajar de un lado a otro y tener en su presupuesto muchos gastos con los que hoy comerían muchas familias que en la actualidad no tienen ni tan siquiera un techo decente donde cobijarse. Le pagamos para que debatan y obtengan resultados positivos, para que no jueguen con nuestro presente y nuestro futuro. Sí señor Zapatero, muchos no somos tan tontos como usted cree. Y créame, de aquí aún tiempo es posible que seamos menos, porque el hambre y la carestía activan el intelecto. Y si no me cree dé una vuelta por los libros de historia, encontrará pruebas de ello. Después, átese los machos, siéntense a debatir con los empresarios y olvídese de los planes Ñ, Q, o L.

El hambre levanta a los muertos, no lo olvide, señor Zapatero, no lo olvide.



© Antonia J Corrales

El alfabeto sagrado (Temas de hoy)


El pasado martes, 8 de septiembre, en el restaurante Aladino, Madrid, tuvo lugar el almuerzo de prensa que la editorial Temas de Hoy organizó para presentar la novela de Gemma Nieto : El alfabeto sagrado

Más Allá de la Ciencia, como es habitual, no faltó a la cita cultural y envió a servidora para cubrir la noticia. En breve, los lectores de la revista, dispondrán de una entrevista de la autora que promete ser muy interesante y tal vez polémica, tanto como el argumento de su obra.

Durante el almuerzo la autora, Gemma Nieto, explicó a los numerosos medios de comunicación presentes, el arduo proceso de investigación que siguió antes del desarrollo ficticio- literario de la historia, que duró dos largos años a tiempo completo, e hizo un esbozo, muy bien calibrado, sobre los mandeos. Dio a conocer sus orígenes; su cultura, su religión y la persecución que sufren desde hace siglos. Esta persecución, injusta y desmedida, fue lo que llevó a Gemma Nieto a profundizar en la historia de esta minoría religiosa, que hoy sobrevive a duras penas entre Irán e Irak , y a conocer uno de sus mayores tesoros: El abagada ; su alfabeto.
Para los mandeos su alfabeto es sagrado y mágico. Tan perfecto como una circunferencia y tan poderoso como puede ser el conocimiento del Principio de los tiempos y el fin de los mismos. Pero no solo en su alfabeto se palpa la magia de este grupo religioso gnóstico; su profeta, su último profeta, Juan el Bautista, contradice parte de las creencias que sustentan los cimientos de la Iglesia Católica. Pone en tela de juicio la figura de Jesús como el verdadero redentor, y afirma que Herodes, en la denominada “Matanza de los inocentes”, buscaba a Juan el Bautista, no a Jesús. ¿Será ésa una de las razones de su persecución?
Les recomiendo la lectura de esta novela de ficción con una base histórica tan real que pone los pelos de punta, no sólo por todo lo que nos descubre, también por su magnífica prosa: estructura, documentación y la reivindicación social, cultural y religiosa que encierran sus páginas. Tal es el trabajo desarrollado que el poso que deja en el lector está impregnado de curiosidad y admiración por los mandeos.

Es previsible que algunos sectores conservadores se rasguen las vestiduras al leer parte de esta historia real novelada. Estamos acostumbrados a que suceda, a que la historia, parte de ella, se omita por diferentes motivos; que no razones. Aunque siempre quedan intelectuales como Gemma Nieto que invierten su tiempo en darnos a conocer esos rincones oscuros en donde una vasija de barro puede encerrar un saber tan poderoso como para que sus cofrades sean perseguidos y aniquilados.
Para más información consultar el blog de la autora: http://elalfabetosagrado.blogspot.com/

© Antonia J Corrales